La  importancia de la experiencia digital de los consumidores

El valor de la vivencia del comprador radica en que los clientes se sienten como si fueran parte de la organización e inclusive tienen la posibilidad de transformarse en embajadores de la marca, lo cual supone que te sugiere con sus amigos y parientes, sin que tú se lo pidas. Aquello, justo allí, es el mejor tipo de publicidad. 

La vivencia del comprador digital es la suma de las colaboraciones digitales entre un comprador y una compañía y la impresión resultante que el comprador se lleva. 

La vivencia del comprador (CX) es un asunto tan extenso que puede comprender a partir de los canales de atención clásicos a las novedosas interfaces digitales que usan los individuos para interactuar con las organizaciones. La vivencia del comprador digital (DCX) se concentra en esta última, incluyendo tanto la mejora de los servicios como la de los procesos que  ultiman instancias que benefician a los consumidores. 

Centrarse en el periodo de vida del comprador integral, prestando la misma atención a la manera en la que las vivencias digitales y no digitales se complementan entre sí y optimizando las dos. Este enfoque trata la DCX como una sección de la táctica general de la vivencia del comprador.

Centrarse primordialmente en la experiencia del comprador digital. Las organizaciones no tienen la posibilidad de aceptar que su trabajo en mejorar la vivencia del comprador se adapte bien a las vivencias digitales. No obstante, además se implica que existe una línea clara entre en línea y offline, lo cual es cada vez más incierto debido a que los canales se juntan y se entrecruzan en todo el recorrido del comprador.